La agencia oficial Andes reseñó que el último vuelo desde el aeropuerto salió a las 19H07 horas locales de este martes (00H07 GMT del miércoles). Posterior a la partida del avión, se procedió a la ceremonia de clausura, que finalizó con un espectáculo de juegos pirotécnicos.
Como sustituto del terminal, el miercoles 20 de febrero entraro en funcionamiento un nuevo aeropuerto ubicado en el sector de Tababela (una hora y media al oriente de Quito), que comenzó a construirse desde el año 2006 y según las autoridades cuenta con instalaciones aptas para brindar mayor comodidad y seguridad tanto a los pasajeros como a su personal.
"Constituye otro símbolo de la patria nueva (...) esta obra representa los cambios profundos que juntos estamos realizando, las transformaciones que nada ni nadie podrán detener", dijo el presidente Rafael Correa.
Ante la inauguración, el alcalde capitalino, Augusto Barrea, destacó que lo entregado no solo es un aeropuerto "es un enorme complejo aeroportuario, que implica un salto de la ciudad, del país hacia el futuro”.
“Lo que estamos entregando es un aeropuerto con las más altos estándares de calidad, que cumple las normas de la organización aeronáutica internacional, una pista de 4 mil 100 metros y una torre de control que es la más alta de América Latina. Es el puerto seco más grande que tendrá la región", señaló Barrea.
Un comunicado del municipio quiteño señaló que "el nuevo aeropuerto es de categoría mundial, seguro, más eficiente que el actual y cumple con los estándares internacionales más exigentes, con una superficie de 1.500 hectáreas, es decir, 10 veces más que la superficie del viejo aeropuerto".
La vieja terminal fue utilizada en 2012 por un promedio diario de 451.297 pasajeros y registró un promedio de 220 vuelos diarios; pero en su más de 50 años de funcionamiento registró al menos una decena de accidentes graves y otros incidentes más aparatosos que mortales en el viejo aeropuerto.
El suceso más grave se produjo en agosto de 1998, cuando un avión Tupolev-154 de Cubana tampoco pudo despegar y chocó al final de la pista con el cerramiento del aeropuerto, lo que dejó 76 personas muertas.
Ante la inauguración, el alcalde capitalino, Augusto Barrea, destacó que lo entregado no solo es un aeropuerto "es un enorme complejo aeroportuario, que implica un salto de la ciudad, del país hacia el futuro”.
“Lo que estamos entregando es un aeropuerto con las más altos estándares de calidad, que cumple las normas de la organización aeronáutica internacional, una pista de 4 mil 100 metros y una torre de control que es la más alta de América Latina. Es el puerto seco más grande que tendrá la región", señaló Barrea.
Un comunicado del municipio quiteño señaló que "el nuevo aeropuerto es de categoría mundial, seguro, más eficiente que el actual y cumple con los estándares internacionales más exigentes, con una superficie de 1.500 hectáreas, es decir, 10 veces más que la superficie del viejo aeropuerto".
La vieja terminal fue utilizada en 2012 por un promedio diario de 451.297 pasajeros y registró un promedio de 220 vuelos diarios; pero en su más de 50 años de funcionamiento registró al menos una decena de accidentes graves y otros incidentes más aparatosos que mortales en el viejo aeropuerto.
El suceso más grave se produjo en agosto de 1998, cuando un avión Tupolev-154 de Cubana tampoco pudo despegar y chocó al final de la pista con el cerramiento del aeropuerto, lo que dejó 76 personas muertas.
El espacio dejado por el viejo aeropuerto será destinado a un gran parque, a la construcción de un colegio e instalaciones municipales, mientras que los alrededores, ahora ocupados por casas o eventualmente por pequeñas construcciones de hasta cuatro pisos, recibirá de inmediato permisos de construcción de hasta cuarenta pisos.
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